Masaje Thai Tradicional con Aceites y Ungüentos Balsámicos
Este masaje une el trabajo profundo del masaje tailandés tradicional con el uso de aceites y ungüentos balsámicos. Se realiza en un futón, un espacio de contacto directo con el suelo que refuerza la conexión con el cuerpo y la tierra. No es un masaje en camilla ni tiene la ligereza del estilo spa; aquí se trata de algo más arcaico, más enraizado.
Este enfoque es el que aún se aplica en algunos centros de masaje tradicionales, donde se preserva la esencia de las antiguas técnicas curativas. También es común en algunos templos budistas que ofrecen este tipo de terapias, donde por supuesto el masaje siempre se realiza en el suelo, manteniendo esa conexión directa con la tierra como parte fundamental de la experiencia.
El uso de ungüentos y bálsamos tailandeses tiene una larga tradición y está profundamente arraigado en la cultura popular del país. Muchos de estos bálsamos son preparados de forma artesanal por familias que los han fabricado durante generaciones, utilizando ingredientes biológicos y siguiendo métodos tradicionales. Su uso y elaboración también está extendido entre los médicos tradicionales, que los emplean por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y revitalizantes entre otros beneficios y virtudes. Estos ungüentos actúan no solo sobre la piel, sino también sobre el sistema energético del cuerpo, ayudando a aliviar tensiones profundas y promoviendo la sanación desde adentro.
Utilizamos técnicas tradicionales: presiones, estiramientos y movilizaciones que se integran con los beneficios de estos aceites curativos. Seguimos un ritmo fluido y meditativo para desbloquear el cuerpo, relajar tensiones y abrir espacios energéticos.
Lejos de ser un tratamiento con la floritura propia de un spa, tiene la contundencia de una sabiduría ancestral que ha sido puesta en práctica de manera empírica durante siglos. A ello se une el espíritu compasivo que impregna la tradición tailandesa, inspirado por la filosofía budista que entiende el bienestar no solo como un objetivo físico, sino también como un acto de profunda compasión hacia el ser humano.
Lo que aporta:
- Físico: Alivio de tensiones musculares, mejora en la flexibilidad y elasticidad, activación de la circulación.
- Mental: Un espacio de calma para la mente, reduciendo el estrés acumulado y proporcionando una sutil y subyacente concentración en un solo punto (el propio cuerpo y las sensaciones físicas).
- Espiritual: Un retorno a lo esencial, un enfoque en la conciencia del movimiento y la energía. Una revelación sobre la relación entre sufrimiento y liberación.
Este tratamiento no es un ritual superficial, sino una práctica viva y rica en matices, que combina la sanación física con el equilibrio espiritual, en el contexto de una forma de vida que debe comprender el cuerpo, la mente y el alma como un todo.